Hablemos de publicidad

David Ogilvy, pionero de la publicidad y considerado por muchos (de mis amigos) el padre de la publicidad moderna. Diplomático, granjero y cocinero, dedicó su vida a la creación de la publicidad efectiva, tomando en cuenta datos estadísticos de quienes más importan: Las audiencias. "Un buen anuncio vende el producto sin llamar la atención sobre sí mismo" ¿Esto qué significa? En lugar de centrarnos en el influencer, el actor famoso, la estrella de fútbol, al momento de plantear una propuesta creativa, el centro de la misma es el producto o servicio, no la persona que lo modele, es fácil perder esto de vista, por lo que es bueno recordarlo: Vendemos productos, no patrocinamos personas.  Te comparto otros buenos consejos:  Nunca dejes de hacer pruebas y tu publicidad no dejará de mejorar: Aunque encuentres una fórmula que funciona, dormirte en los laureles es darle la oportunidad a la competencia, no te encuentras solo en un mercado pasivo, actualízate, realiza investigación de

Fuera de lo evidente, debe existir motivos por los que esta disciplina se mantiene vigente. En entradas anteriores mencionamos algunos objetivos de la publicidad, abordémoslos uno por uno: Objetivo de informar: La publicidad tiene la finalidad de dar a conocer información de un producto o servicio a la audiencia, de comunicar una oferta o la existencia de una marca. El horario de atención, vías de comunicación, dirección o de establecer vínculos emocionales. En todo caso, siempre debe informar algo, si no, la inversión en la misma no se justifica.  Objetivo de persuadir: Si nos limitáramos a informar, la publicidad no sería muy diferente de otras actividades noticiosas (salvo el eminente interés privado, en lugar de público). Por lo que al redactar un texto publicitario, también buscamos que una audiencia realice una acción concreta, visitar, llamar, comprar, compartir, interactuar, participar. Todos los verbos anteriores implican una acción que el cliente desea se realice, el arte de

En esta ocasión realizaremos un ejercicio, tomando como referencia la mítica (o legendaria) campaña de Avis, con su eslogan que vivió más de cinco décadas.  En 1962, la compañía de renta automovilística Avis, cansada de ser la número dos en el mercado (detrás de la invensible Hertz) decidió retar a sus publicistas a crear una campaña que mostrara que ser el número dos, era mejor que ser el número 1.  ¿Te lo imaginas? En general los publicistas intentan posicionar a una marca como la líder de su categoría, por que la agencia DDB se vio ante un reto que rompía el esquema de publicidad de entonces. ¿Qué decimos, para mostrar que ser el número dos es mejor? La respuesta fue una serie de piezas (anuncios) destacando todo lo que ellos no se permitían al ser los segundos: No se permitían hacerte esperar, pedirte llenar interminables formularios, tratarte con menos que una sonrisa. ¡Somos los número dos y por eso nos esforzamos más! este eslogan sería un éxito inmediato, dando a conocer la ve

¡Hola! ¡No soy un bot! Al momento de crear tu marca personal debes asegurarte de establecer un tono y personalidad al comunicarte con tu audiencia, aunque este tema lo abordaremos más adelante, no hay segundas oportunidades para crear una primera impresión. Ahora, vamos a lo que nos interesa: Establecer qué es "Publicidad" La publicidad va más allá del anuncio que ves en televisión, forma parte de toda una estrategia de mercadeo, que tiene la finalidad de comunicar un mensaje a un público determinado para cumplir un objetivo, que puede ser informar, persuadir, recordar o reforzar. En otras palabras, es comunicación masiva, pagada por un anunciante identificado, con la finalidad de informar y persuadir a una audiencia a concretar una acción orientada a la venta de un producto o servicio.  Aunque su finalidad primordial es obtener ganancias económicas, la publicidad también puede utilizarse para realizar branding, es decir, mejorar o cambiar la percepción que se tenga de una ma